miércoles, 7 de julio de 2010

DEDICATORIA



A todas las personas que estuvieron cerca, en este proceso maravilloso, el viaje al interior y al exterior de la naturaleza profunda, A mi mamá, mi hermana Karla, mi tío Guillermo, mi tío Antonio, por ser la fuerza inspiradora de mi día a día.
A todos los amigos del café Internacional de Wimbledon, a Donald Ford, su esposa Margarita, Luis Pérez, Martín Reynolds; Charlotte Wallace, Jim y Carolina Wallace, Heidi Lee, Daniel y Hanna Lee, John Choi, los hermanos, Simeón y John Lumgair, Holly y Estelle Scheneider.
A todas las personas que me acompañaron en este proceso maravilloso, el viaje al interior y al exterior de una naturaleza profunda y el concepto de la inmigración.
Todas las personas con las que compartí techo, la Señora Pierce, Mr. Cheudri, hermanos Lumgair, Carlos Acosta, el personal de West two hotel, a Mohammed de Sudán.
Todos los compañeros y profesores de escuela, a Martín Brock, Patricia Gorecka, Patricia Sweet, Julio Palomeque, Jimena Niño y Jimena Auca.
Los profesores de la escuela Belgravia, Carolina y compañeros como Alessia d Éggido Saida, jonhatan, Miho, etc.
Los colegas del trabajo, a Patricia y Eduardo
Friedel Chroeder, a Tibor y Botin de Rumania, a Isaac y Andrés, a Andrew Knowles y a Marcelo de Bolivia, los polacos Guteck y Cobra y Jazek, a los mecánicos Javier, John, Sara, muy especialmente agradecimientos a Sergio Duarte por el apoyo brindado.
Todas las personas que omití en esta lista y que en algún momento fueron de gran ayuda en todo este proceso, la gran vivencia de vivir en Londres, los que se quedan en Londres, los mejores deseos, los que vuelven a Colombia, espero que ahora leen este diario y que puedan refrescar la memoria en su mente todos los momentos de una persona común y corriente, que alguna vez tomó el tren en un viaje con destino a una isla remota, bajo un cielo gris.

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