miércoles, 7 de julio de 2010

EL CAFÉ INTERNACIONAL DE WIMBLEDON



Dejé la casa de Croydon debido pues ya estaba por cumplir el tiempo que la escuela la apartó para mí. La señora Pierce urgía que la desocupara, ya que el siguiente estudiante que estaba por llegar venia de Brasil Es claro que mi llegada aquí a era tomada como un numero más, para las estadísticas de transitorios estudiantes en su permanencia por el Reino Unido, buscar escuela, pagar un curso, encontrar una acomodación, negociar un precio, todo esto hacia parte de un plan empresarial de miles de escuelas que en el Reino Unido se encargaban de mover la torta multimillonaria que representaba tener el idioma mas aprendido del mundo, digo aprendido y no hablado ya que en cantidad es el chino mandarin.

Después de mucho trabajo, buscando un nuevo domicilio, labor menesterosa, sobre todo a la hora entender lo que me dicen por teléfono, mi nivel de ingles había mejorado, pero era un tropiezo entender las conversaciones. Cara a cara solía ser más fácil a pesar de la cantidad de acentos se escuchaban en esta metrópoli
Conseguí una habitación en Morden, con un señor de Pakistán en el sureste de Londres, la ultima parada de la Northern line, una zona residencial habitada por ingleses de clase media y sobre todo de inmigrantes de esta parte de Asia, un barrio donde se respira la calma de una zona alejada del caos y las solicitudes del centro de Londres.
En verdad que fue una buena consecución debido al apremio de la entrega de mi cuarto. Fue un poco complicado mudarme utilizando el tranvía y luego en bus desde Croydon, hasta Morden solo con la ayuda espontánea de algún ciudadano, de esos que raramente se encontraban, Como todo cambio de domicilio se modificaban las actividades cotidianas, los vecinos, los amigos, el supermercado, el transporte, etc...
Pagaba £65 semanales por la habitación que era un cuarto de niño. Decidí buscar amistades verdaderas e intentar expandir el cerrado círculo que llenaban un puñado de amigos de la escuela como Julio y Ximena Auca, la chica boliviana que desde hacia mucho tiempo que me venia invitando a un evento: llamado el café Internacional de Wimbledon.
Un club de conversación en ingles??
Me despertó la curiosidad.
Lo primero que vi al cruzar la calle fue ver la gran cruz de madera en la edificación, el salón grande, dividido en varias mesas donde se reúnen a tertuliar estudiantes jóvenes de todas las nacionalidades, sobre todo coreanos, europeos del este y latinoamericanos, había un marcador, una cinta, uno de los anfitriones pregunta:
What's your name?
Where are you from?
I'm German
Are you from Germany?
You don´t look German
I'm from Colombia, my name is Her-man, but you can call me using my second name. Humberto Jium-berto No, Umberto ahhh it's like Umberto Eco the Italian writer nice name!!
Fue a partir de entonces que comprendí la importancia de utilizar mi segundo nombre, nunca lo había hecho. El ambiente del recinto muy amigable, la anfitrión ucraniana que había preguntado, mi nombre, al parecer solo conocía cosas tenebrosas de Colombia, me menciona Pablo Escobar, Coca, Cartel de Medellín, era el comienzo de las preguntas y comentarios inquisitivos sobre mi país, solo mas adelante descubriría, la forma adecuada para contestar esta mala fama que nos cubre por todo el mundo.
Después de la introducción en donde nos presentamos y hablamos de nuestras nacionalidades, una actividad por lo general había un tema en particular, por ejemplo la noche inglesa o la velada coreana, juegos lúdicos, de conocimientos o bailes escoceses.
La segunda parte es una comida preparada por los miembros de la iglesia y después de esto una actividad, los latinos nos sentamos en una mesa y Julio Palomeque le pregunta a otro de mediana edad, considerable estatura y acento británico
Is this a Church??
Si somos una gran comunidad.
Asombrado por su español fluido, el se presento, su nombre Donald Ford de la ciudad de Manchester, me explico su historia, que había sido la cabeza de la iglesia anglicana en Inglaterra, un enviado que viajo con su esposa a un lugar remoto de la sierra peruana llamado Sicuani.
La manera como habla es muy pintoresca, este hombre sin duda era ingles en apariencia, pero el entusiasmo con el que relataba su historia era comparable a los 15 años de labor en los andes centrales, este café tiene, una gran acogida con el estudiante, uno de los lugares que mas me brindo acogida y hospitalidad durante mi estancia en el Reino Unido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario