miércoles, 7 de julio de 2010

UNA NUEVA VISA

Para extender mi visa cambié de escuela. Pase de los suburbios de Londres, al centro. Una amiga y compañera de estudi Roxana, de Perú, me había sugerido hacerlo en la escuela donde ella había estudiado en Croydon, que ofrece, un curso al año por la cantidad de 250. libras, No acepté por la sencilla razón de que no esta aprobado por el Consejo Británico. Esta ya no era una escuela que solo enfatizaba en la enseñanza del idioma ingles, sino también otras cosas como negocios, sistemas, turismo, se ubica en la calle mas ocupada de Londres: “Oxford Street”. Las nacionalidades no variaban con respecto de la de Wimbledon. En esta, mas estudiantes de otros países de Europa Oriental como Hungria, Polonia, Rusia o de Uzbekistan, los precios eran similares, pague 800 libras por un curso de 8 meses, finalmente comencé a estudiar el 2 de marzo de 2009, gente de varias nacionalidades: Francia, Turquía, Corea del Sur, latinos: peruanos, ecuatorianos y colombianos.
Como había elegido estudiar en la tarde ( ya el calor de la primavera) el verano se empezaba a sentir fuertemente, el salón, que no era muy grande de tamaño, se convertía en una caldera en los calidos meses de julio y agosto el bochorno hacia su aparición de una manera sofocante y a veces insoportable
Al comienzo tuve un profesor: Ben: Ingles judío, no me gustaba mucho su metodología, muchos juegos de cartas o dinámicas, no enfatizaba la gramática o pronunciación.. Después de Ben el jefe en el colegio, un checo que tenia pinta y acento ingles, la verdad era que, como en la de Wimbledon se alternaban los días de dictar la clase. Pasaron así varios meses hasta que llego Caroline, una londinense, con un acento muy claro, así como una teoría muy buena, me gustaba mucho la manera en que explicaba, todo se enfocaba en la educación didáctica, lucida, vocacional, mujer apasionada de las causas femeninas, de los derechos de la mujer, era frecuente escucharle sus acotaciones acerca del hombre, comentarios sexistas. Dentro del salón de clases amigas como Alessia Diegidio italiana de un pueblo llamado San Polo, que estudiaba idiomas y trabajaba en una librería, nuevamente había tenido buena suerte con los italianos, creo que hay una conexión especial con ellos, con Alessia y los compañeros del colegio, fuimos varias veces a sitios de rumba en el centro de Londres, Zaida una chica de Azerbaijan que no aceptaba que no iba a salida del colegio alguna o cualquier cosa que implique tomar trago por una sencilla razón : su religión lo impedía.
No tenía relación tan cercana con los dueños del colegio provenientes de la India, ellos tenían muchos problemas con los estudiantes que faltaban a clases. Menos mal que había iniciado mi proceso de extensión vida con la antigua regulación. Por lo que no tuve que presentar más dinero en la cuenta o algunas de las nuevas disposiciones que tenían. Lo único si fue que el documento se tarda en llegar, había comenzado la aplicación en marzo, hasta que me llego a finales de mayo con todo esto mi calidad de vida mejoro bastante, ya no me tenia que desplazar por largas distancias por el metro ni salir apurado de la casa al trabajo, luego al estudio y viceversa.

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