miércoles, 7 de julio de 2010

ESCRITURA





Escribir no es una actividad fuera de lo común,
es un acto creativo.
Plasmadas en letras
las ideas fecundan el papel, se transmite un pensamiento,
Como si el alma tuviera la capacidad de mutación, de fijación, de retención, la literatura es el medio de llevarlas a cabo, de eternizarlas.
Dejar fluir la corriente de pensamiento, mover el lápiz hacer visibles las ideas y tangible el papel es una elección un movimiento activo
Dirigida a la perpetuación,no a la desaparición total, de una mortandad inherente a la condición humana.
cultivadas las letras, seleccionadas en el alfabeto, se continua la tradición literaria,
todo se vuelve infinito en este mundo, el pasado, el presente el futuro.
Escribir también por deseo racional, no por pasiones superfluas ,
Sino por una profunda solicitud del alma para permanecer viva y eterna,
dejando testamento y huella del paso efímero.
Mientras haya algo que contar seguiré buscando entre los senderos de un destino incierto.
Escribir a las ciudades, aquellas confabulaciones humanas donde el instinto creativo del ser humano planta su huella.
Confluencia de seres y almas que buscan un destino,
Unión y búsqueda para los mortales, ambiciones que chocan en un área reducida.
Humanística de los sueños, metáfora viviente de ilusiones que se persiguen día a día
encerradas en grandes bloques de cemento.

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